A unos ocho kilómetros del centro de París se encuentra la antigua casa y lugar de trabajo de Letourneur y Zwobada, donde ambos vivieron y trabajaron con Antonia Fiermonte. Es un espacio extraordinario en el que el arte y la pasión han dejado una huella indeleble.
En la misma París, una de las esculturas de Zwobada se instaló en el Centro Pompidou a finales de 2021. Terminada en 1959, la "Chevauchée Nocturne" es un homenaje a Fiermonte, su difunta musa, y representa dos siluetas que se precipitan y se abrazan frente a los tejados de París, una pareja unida en su búsqueda hacia lo desconocido. Esta obra monumental ha sido sometida a una delicada restauración, y fue un regalo al museo por parte de la hija del artista.